Childstories.org
  • 1
  • Cuentos de
    hadas para niños
  • 2
  • Ordenados por
    tiempo de lectura
  • 3
  • Perfecto para
    leer en voz alta
El Sastrecillo valiente
El Sastrecillo valiente Märchen

El Sastrecillo valiente - Cuento de hadas de los Hermanos Grimm

Tiempo de lectura para niños: 22 min

No hace mucho tiempo que existía un humilde sastrecillo que se ganaba la vida trabajando con sus hilos y su costura, sentado sobre su mesa, junto a la ventana; risueño y de buen humor, se había puesto a coser a todo trapo. En esto pasó par la calle una campesina que gritaba:

-¡Rica mermeladaaaa… Barataaaa! ¡Rica mermeladaaa, barataaa.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

Este pregón sonó a gloria en sus oídos. Asomando el sastrecito su fina cabeza por la ventana, llamó:

-¡Eh, mi amiga! ¡Sube, que aquí te aliviaremos de tu mercancía!

Subió la campesina los tres tramos de escalera con su pesada cesta a cuestas, y el sastrecito le hizo abrir todos y cada uno de sus pomos. Los inspeccionó uno por uno acercándoles la nariz y, por fin, dijo:

-Esta mermelada no me parece mala; así que pásame cuatro onzas, muchacha, y si te pasas del cuarto de libra, no vamos a pelearnos por eso.

La mujer, que esperaba una mejor venta, se marchó malhumorada y refunfuñando:

-¡Vaya! -exclamo el sastrecito, frotándose las manos-. ¡Que Dios me bendiga esta mermelada y me de salud y fuerza!

Y, sacando el pan del armario, cortó una gran rebanada y la untó a su gusto. „Parece que no sabrá mal,“ se dijo. „Pero antes de probarla, terminaré esta chaqueta.“

Dejó el pan sobre la mesa y reanudó la costura; y tan contento estaba, que las puntadas le salían cada vez mas largas.

Mientras tanto, el dulce aroma que se desprendía del pan subía hasta donde estaban las moscas sentadas en gran número y éstas, sintiéndose atraídas por el olor, bajaron en verdaderas legiones.

-¡Eh, quién las invitó a ustedes! -dijo el sastrecito, tratando de espantar a tan indeseables huéspedes. Pero las moscas, que no entendían su idioma, lejos de hacerle caso, volvían a la carga en bandadas cada vez más numerosas.

Por fin el sastrecito perdió la paciencia, sacó un pedazo de paño del hueco que había bajo su mesa, y exclamando: „¡Esperen, que yo mismo voy a servirles!,“ descargó sin misericordia un gran golpe sobre ellas, y otro y otro. Al retirar el paño y contarlas, vio que por lo menos había aniquilado a veinte.

„¡De lo que soy capaz!,“ se dijo, admirado de su propia audacia. „La ciudad entera tendrá que enterarse de esto“ y, de prisa y corriendo, el sastrecito se cortó un cinturón a su medida, lo cosió y luego le bordó en grandes letras el siguiente letrero: SIETE DE UN GOLPE.

„¡Qué digo la ciudad!,“ añadió. „¡El mundo entero se enterará de esto!“

Y de puro contento, el corazón le temblaba como el rabo al corderito.

Luego se ciñó el cinturón y se dispuso a salir por el mundo, convencido de que su taller era demasiado pequeño para su valentía. Antes de marcharse, estuvo rebuscando por toda la casa a ver si encontraba algo que le sirviera para el viaje; pero sólo encontró un queso viejo que se guardó en el bolsillo. Frente a la puerta vio un pájaro que se había enredado en un matorral, y también se lo guardó en el bolsillo para que acompañara al queso.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: Otto Kubel (1868 – 1951)

Luego se puso animosamente en camino, y como era ágil y ligero de pies, no se cansaba nunca.

El camino lo llevó por una montaña arriba. Cuando llegó a lo mas alto, se encontró con un gigante que estaba allí sentado, mirando pacíficamente el paisaje. El sastrecito se le acercó animoso y le dijo:

-¡Buenos días, camarada! ¿Qué, contemplando el ancho mundo? Por él me voy yo, precisamente, a correr fortuna. ¿Te decides a venir conmigo?

El gigante lo miró con desprecio y dijo:

-¡Quítate de mi vista, monigote, miserable criatura!

-¿Ah, sí? -contestó el sastrecito, y, desabrochándose la chaqueta, le enseñó el cinturón–¡Aquí puedes leer qué clase de hombre soy!

El gigante leyó: SIETE DE UN GOLPE, y pensando que se tratara de hombres derribados por el sastre, empezó a tenerle un poco de respeto. De todos modos decidió ponerlo a prueba. Agarró una piedra y la exprimió hasta sacarle unas gotas de agua.

-¡A ver si lo haces -dijo-, ya que eres tan fuerte!

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

-¿Nada más que eso? -contestó el sastrecito-. ¡Es un juego de niños!

Y metiendo la mano en el bolsillo sacó el queso y lo apretó hasta sacarle todo el jugo.

-¿Qué me dices? Un poquito mejor, ¿no te parece?

El gigante no supo qué contestar, y apenas podía creer que hiciera tal cosa aquel hombrecito. Tomando entonces otra piedra, la arrojó tan alto que la vista apenas podía seguirla.

-Anda, pedazo de hombre, a ver si haces algo parecido.

-Un buen tiro -dijo el sastre-, aunque la piedra volvió a caer a tierra. Ahora verás -y sacando al pájaro del bolsillo, lo arrojó al aire. El pájaro, encantado con su libertad, alzó rápido el vuelo y se perdió de vista.

-¿Qué te pareció este tiro, camarada? -preguntó el sastrecito.

-Tirar, sabes -admitió el gigante-. Ahora veremos si puedes soportar alguna carga digna de este nombre-y llevando al sastrecito hasta un inmenso roble que estaba derribado en el suelo, le dijo-: Ya que te las das de forzudo, ayúdame a sacar este árbol del bosque.

-Con gusto -respondió el sastrecito-. Tú cárgate el tronco al hombro y yo me encargaré del ramaje, que es lo más pesado.

En cuanto estuvo el tronco en su puesto, el sastrecito se acomodó sobre una rama, de modo que el gigante, que no podía volverse, tuvo de cargar también con él, además de todo el peso del árbol. El sastrecito iba de lo más contento allí detrás, silbando aquella tonadilla que dice: „A caballo salieron los tres sastres,“ como si la tarea de cargar árboles fuese un juego de niños.

El gigante, después de arrastrar un buen trecho la pesada carga, no pudo más y gritó:

-¡Eh, tú! ¡Cuidado, que tengo que soltar el árbol!

El sastre saltó ágilmente al suelo, sujetó el roble con los dos brazos, como si lo hubiese sostenido así todo el tiempo, y dijo:

-¡Un grandullón como tú y ni siquiera eres capaz de cargar un árbol!

Siguieron andando y, al pasar junto a un cerezo, el gigante, echando mano a la copa, donde colgaban las frutas maduras, inclinó el árbol hacia abajo y lo puso en manos del sastre, invitándolo a comer las cerezas. Pero el hombrecito era demasiado débil para sujetar el árbol, y en cuanto lo soltó el gigante, volvió la copa a su primera posición, arrastrando consigo al sastrecito por los aires. Cayó al suelo sin hacerse daño, y el gigante le dijo:

-¿Qué es eso? ¿No tienes fuerza para sujetar este tallito enclenque?

-No es que me falte fuerza -respondió el sastrecito-. ¿Crees que semejante minucia es para un hombre que mató a siete de un golpe? Es que salté por encima del árbol, porque hay unos cazadores allá abajo disparando contra los matorrales. ¡Haz tú lo mismo, si puedes!

El gigante lo intentó, pero se quedó colgando entre las ramas; de modo que también esta vez el sastrecito se llevó la victoria. Dijo entonces el gigante:

-Ya que eres tan valiente, ven conmigo a nuestra casa y pasa la noche con nosotros.

El sastrecito aceptó la invitación y lo siguió. Cuando llegaron a la caverna, encontraron a varios gigantes sentados junto al fuego: cada uno tenía en la mano un cordero asado y se lo estaba comiendo. El sastrecito miró a su alrededor y pensó: „Esto es mucho más espacioso que mi taller.“

El gigante le enseñó una cama y lo invitó a acostarse y dormir. La cama, sin embargo, era demasiado grande para el hombrecito; así que, en vez de acomodarse en ella, se acurrucó en un rincón. A medianoche, creyendo el gigante que su invitado estaría profundamente dormido, se levantó y, empuñando una enorme barra de hierro, descargó un formidable golpe sobre la cama.

Luego volvió a acostarse, en la certeza de que había despachado para siempre a tan impertinente grillo. A la madrugada, los gigantes, sin acordarse ya del sastrecito, se disponían a marcharse al bosque cuando, de pronto, lo vieron tan alegre y tranquilo como de costumbre. Aquello fue más de lo que podían soportar, y pensando que iba a matarlos a todos, salieron corriendo, cada uno por su lado.

El sastrecito prosiguió su camino, siempre con su puntiaguda nariz por delante. Tras mucho caminar, llegó al jardín de un palacio real, y como se sentía muy cansado, se echó a dormir sobre la hierba. Mientras estaba así durmiendo, se le acercaron varios cortesanos, lo examinaron par todas partes y leyeron la inscripción: SIETE DE UN GOLPE.

-¡Ah! -exclamaron-. ¿Qué hace aquí tan terrible hombre de guerra, ahora que estamos en paz? Sin duda, será algún poderoso caballero.

Y corrieron a dar la noticia al rey, diciéndole que en su opinión sería un hombre extremadamente valioso en caso de guerra y que en modo alguno debía perder la oportunidad de ponerlo a su servicio. Al rey le complació el consejo, y envió a uno de sus nobles para que le hiciese una oferta tan pronto despertara. El emisario permaneció en guardia junto al durmiente, y cuando vio que éste se estiraba y abría los ojos, le comunicó la proposición del rey.

-Justamente he venido con ese propósito -contestó el sastrecito-. Estoy dispuesto a servir al rey -así que lo recibieron honrosamente y le prepararon toda una residencia para él solo.

Pero los soldados del rey lo miraban con malos ojos y, en realidad, deseaban tenerlo a mil millas de distancia.

-¿En qué parará todo esto? -comentaban entre sí-. Si nos peleamos con él y la emprende con nosotros, a cada golpe derribará a siete. No hay aquí quien pueda enfrentársele.

Tomaron, pues, la decisión de presentarse al rey y pedirle que los licenciase del ejército.

-No estamos preparados -le dijeron- para luchar al lado de un hombre capaz de matar a siete de un golpe.

El rey se disgustó mucho cuando vio que por culpa de uno iba a perder tan fieles servidores: ya se lamentaba hasta de haber visto al sastrecito y de muy buena gana se habría deshecho de él.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: Otto Kubel (1868 – 1951)

Pero no se atrevía a despedirlo, por miedo a que acabara con él y todos los suyos, y luego se instalara en el trono. Estuvo pensándolo por horas y horas y, al fin, encontró una solución.

Mandó decir al sastrecito que, siendo tan poderoso hombre de armas como era, tenía una oferta que hacerle. En un bosque del país vivían dos gigantes que causaban enormes daños con sus robos, asesinatos, incendios y otras atrocidades; nadie podía acercárseles sin correr peligro de muerte. Si el sastrecito lograba vencer y exterminar a estos gigantes, recibiría la mano de su hija y la mitad del reino como recompensa. Además, cien soldados de caballería lo auxiliarían en la empresa.

„¡No está mal para un hombre como tú!“ se dijo el sastrecito. „Que a uno le ofrezcan una bella princesa y la mitad de un reino es cosa que no sucede todos los días.“ Así que contestó:

-Claro que acepto. Acabaré muy pronto con los dos gigantes.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

Y no me hacen falta los cien jinetes. El que derriba a siete de un golpe no tiene por qué asustarse con dos.

Así, pues, el sastrecito se puso en camino, seguido por cien jinetes. Cuando llegó a las afueras del bosque, dijo a sus seguidores:

-Esperen aquí. Yo solo acabaré con los gigantes.

Y de un salto se internó en el bosque, donde empezó a buscar a diestro y siniestro. Al cabo de un rato descubrió a los dos gigantes. Estaban durmiendo al pie de un árbol y roncaban tan fuerte, que las ramas se balanceaban arriba y abajo.

El sastrecito, ni corto ni perezoso, eligió especialmente dos grandes piedras que guardó en los bolsillos y trepó al árbol. A medio camino se deslizó por una rama hasta situarse justo encima de los durmientes, y, acto seguido, hizo muy buena puntería (pues no podía fallar) pues de lo contrario estaría perdido.

Los gigantes, al recibir cada uno un fuerte golpe con la piedra, despertaron echándose entre ellos las culpas de los golpes. Uno dio un empujón a su compañero y le dijo:

-¿Por qué me pegas?

-Estás soñando -respondió el otro-. Yo no te he pegado.

Se volvieron a dormir, y entonces el sastrecito le tiró una piedra al segundo.

-¿Qué significa esto? -gruñó el gigante-. ¿Por qué me tiras piedras?

-Yo no te he tirado nada -gruñó el primero.

Discutieron todavía un rato; pero como los dos estaban cansados, dejaron las cosas como estaban y cerraron otra vez los ojos. El sastrecito volvió a las andadas. Escogiendo la más grande de sus piedras, la tiró con toda su fuerza al pecho del primer gigante.

-¡Esto ya es demasiado! -vociferó furioso. Y saltando como un loco, arremetió contra su compañero y lo empujó con tal fuerza contra el árbol, que lo hizo estremecerse hasta la copa. El segundo gigante le pagó con la misma moneda, y los dos se enfurecieron tanto que arrancaron de cuajo dos árboles enteros y estuvieron aporreándose el uno al otro hasta que los dos cayeron muertos. Entonces bajó del árbol el sastrecito.

„Suerte que no arrancaron el árbol en que yo estaba,“ se dijo, „pues habría tenido que saltar a otro como una ardilla. Menos mal que nosotros los sastres somos livianos.“

Y desenvainando la espada, dio un par de tajos a cada uno en el pecho. Enseguida se presentó donde estaban los caballeros y les dijo:

-Se acabaron los gigantes, aunque debo confesar que la faena fue dura. Se pusieron a arrancar árboles para defenderse. ¡Venirle con tronquitos a un hombre como yo, que mata a siete de un golpe!

-¿Y no estás herido? -preguntaron los jinetes.

-No piensen tal cosa -dijo el sastrecito-. Ni siquiera, despeinado.

Los jinetes no podían creerlo. Se internaron con él en el bosque y allí encontraron a los dos gigantes flotando en su propia sangre y, a su alrededor, los árboles arrancados de cuajo.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

El sastrecito se presentó al rey para pedirle la recompensa ofrecida; pero el rey se hizo el remolón y maquinó otra manera de deshacerse del héroe.

-Antes de que recibas la mano de mi hija y la mitad de mi reino -le dijo-, tendrás que llevar a cabo una nueva hazaña. Por el bosque corre un unicornio que hace grandes destrozos, y debes capturarlo primero.

-Menos temo yo a un unicornio que a dos gigantes -respondió el sastrecito – Siete de un golpe: ésa es mi especialidad.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

Y se internó en el bosque con un hacha y una cuerda, después de haber rogado a sus seguidores que lo aguardasen afuera.

No tuvo que buscar mucho. El unicornio se presentó de pronto y lo embistió ferozmente, decidido a ensartarlo de una vez con su único cuerno.

-Poco a poco; la cosa no es tan fácil como piensas -dijo el sastrecito.

Plantándose muy quieto delante de un árbol, esperó a que el unicornio estuviese cerca y, entonces, saltó ágilmente detrás del árbol. Como el unicornio había embestido con fuerza, el cuerno se clavó en el tronco tan profundamente, que por más que hizo no pudo sacarlo, y quedó prisionero.

„¡Ya cayó el pajarito!,“ dijo el sastre, saliendo de detrás del árbol. Ató la cuerda al cuello de la bestia, cortó el cuerno de un hachazo y llevó su presa al rey.

Pero éste aún no quiso entregarle el premio ofrecido y le exigió un tercer trabajo. Antes de que la boda se celebrase, el sastrecito tendría que cazar un feroz jabalí que rondaba por el bosque causando enormes daños. Para ello contaría con la ayuda de los cazadores.

-¡No faltaba más! -dijo el sastrecito-. ¡Si es un juego de niños!

Dejó a los cazadores a la entrada del bosque, con gran alegría de ellos, pues de tal modo los había recibido el feroz jabalí en otras ocasiones, que no les quedaban ganas de enfrentarse con él de nuevo.

Tan pronto vio al sastrecito, el jabalí lo acometió con los agudos colmillos de su boca espumeante, y ya estaba a punto de derribarlo, cuando el héroe huyó a todo correr, se precipitó dentro de una capilla que se levantaba por aquellas cercanías. subió de un salto a la ventana del fondo y, de otro salto, estuvo enseguida afuera. El jabalí se abalanzó tras él en la capilla; pero ya el sastrecito había dado la vuelta y le cerraba la puerta de un golpe, con lo que la enfurecida bestia quedó prisionera, pues era demasiado torpe y pesada para saltar a su vez por la ventana.

El sastrecillo valiente Cuento de hadasImagen: George Hinke (1883 – 1953)

El sastrecito se apresuró a llamar a los cazadores, para que la contemplasen con su propios ojos.

El rey tuvo ahora que cumplir su promesa y le dio la mano de su hija y la mitad del reino, agregándole: „Ya eres mi heredero al trono.“

Se celebró la boda con gran esplendor, y allí fue que se convirtió en todo un rey el sastrecito valiente.

Lea otro cuento corto de hadas (5 min)

LanguagesLearn languages. Double-tap on a word.Learn languages in context with Childstories.org and Deepl.com.

Antecedentes

Interpretaciones

Lengua

„El Sastrecillo Valiente“ es un cuento de hadas recopilado por los hermanos Grimm, que narra la historia de un humilde sastre que, mediante su ingenio y valentía, consigue cambiar su destino y alcanzar la grandeza.

El cuento comienza en la modesta casa del sastrecillo, quien tras un episodio con una invasión de moscas y su ingeniosa victoria sobre ellas, decide aventurarse en el mundo, llevando consigo un cinturón que anuncia „Siete de un golpe“, lo que provoca que quienes lo vean, incluidos gigantes y la corte real, lo interpreten como un hombre de gran poder. A lo largo de su camino, el sastre utiliza su inteligencia para vencer desafíos titánicos, como enfrentarse a gigantes, un unicornio y un jabalí salvaje, cada uno representando una prueba mayor de ingenio que de fuerza bruta.

Aunque inicialmente el rey le ofrece recompensas para mantener su distancia, temiendo su supuesta fuerza, el sastrecillo supera todas las expectativas, asegurando no solo la mano de la princesa, sino también la mitad del reino. Sin embargo, lo que realmente destaca en este cuento es cómo el protagonista, a través de la astucia y la auto-confianza, enfrenta retos aparentemente insuperables, transformando cada situación a su favor y demostrando que a veces la inteligencia es más poderosa que la mera fuerza.

Este relato clásico aborda temas de perseverancia, engaño benevolente e ingenio, mostrando cómo un simple sastre se eleva a una posición de gran autoridad y respeto gracias a su resolución y creatividad.

„El Sastrecillo Valiente“ es un cuento de hadas que tiene varias interpretaciones posibles. A continuación se presentan algunas de las interpretaciones y temas más comunes que se pueden encontrar en el cuento de los Hermanos Grimm:

Ingenio y Astucia sobre la Fuerza Bruta: A lo largo de la historia, el sastrecillo utiliza su ingenio para superar obstáculos que parecerían ser insuperables para alguien de su tamaño y fuerza. Su capacidad para pensar y actuar rápidamente demuestra que la inteligencia y la astucia pueden ser más poderosas que la fuerza física bruta.

La Importancia de la Autoestima y la Confianza en Uno Mismo: El sastrecillo tiene una gran confianza en sus habilidades, al punto de que decide proclamarse „valiente“ después de matar a siete moscas de un golpe. Esta confianza es esencial para enfrentar los desafíos que se le presentan, mostrando que la autoestima puede llevar a las personas a logros significativos.

Percepción y Realidad: El cuento juega con la idea de cómo las apariencias y los hechos pueden llevar a malas interpretaciones. El cinturón del sastrecillo, que proclama „Siete de un Golpe,“ lleva a otros a asumir que es un gran guerrero, pero en realidad se refiere a las moscas que mató. Esta discrepancia entre la percepción y la realidad impulsa gran parte de la trama.

Superación Personal y Riesgo: El sastrecillo abandona su humilde hogar y se interna en el mundo para buscar fortuna, enfrentándose a gigantes, unicornios y jabalíes. Esto refleja un tema común en los cuentos de hadas de abandonar la comodidad y enfrentarse a lo desconocido para alcanzar el éxito personal.

Logro y Recompensa: A través de sus aventuras, el sastrecillo eventualmente gana la mano de una princesa y la mitad del reino. Esto simboliza la narrativa tradicional de recompensa tras vencer pruebas y obstáculos, una característica común en los cuentos de hadas.

Sátira Social: El cuento también puede interpretarse como una sátira a las estructuras de poder y las figuras de autoridad. El sastrecillo, que empieza como un simple trabajador, engaña a gigantes y reyes con inteligencia y astucia, lo que sugiere una crítica a la valoración de la fuerza bruta y el status quo.

El conteo de „El Sastrecillo Valiente“ ofrece una rica variedad de interpretaciones, destacándose por su capacidad para emplazar temas universales en una narrativa atractiva y entretenida.

El cuento de hadas „El Sastrecillo Valiente“ de los Hermanos Grimm es un relato clásico que explora temas como la astucia, la valentía y la percepción de la fortaleza. A continuación, se realiza un análisis lingüístico y temático del texto:

Estilo Narrativo: El cuento está narrado en tercera persona, lo que le permite al narrador omnisciente describir las acciones y pensamientos del sastrecillo y de otros personajes de manera objetiva. El lenguaje es claro y directo, típico de los cuentos de hadas, lo que facilita la comprensión y la transmisión de la moraleja.

Diálogos: Se emplean diálogos directos que reflejan las personalidades de los personajes. Por ejemplo, la actitud segura y jactanciosa del sastrecillo se percibe en frases como „¡Vaya! ¡Que Dios me bendiga esta mermelada y me de salud y fuerza!“
– Los diálogos también sirven para avanzar la trama y mostrar las interacciones entre el sastrecillo y otros personajes, como el gigante y el rey.

Recursos Lingüísticos: Uso de onomatopeyas y expresiones exclamativas („¡Eh!“, „¡Ah!“) que enriquecen la narración y aportan dinamismo. Empleo del símbolo del cinturón con la inscripción „SIETE DE UN GOLPE,“ que es central para la trama y muestra cómo el lenguaje se convierte en un símbolo de poder y autoridad.

Construcción de Escenarios y Acciones: Descripciones breves pero vívidas que permiten a los lectores imaginar los escenarios, como el taller del sastre o el bosque donde enfrenta a los gigantes. Se emplean verbos de acción para transmitir energía y movimiento, en especial durante las hazañas del protagonista.

Astucia e Ingenio: El cuento se centra en cómo el sastrecillo usa su ingenio para superar desafíos y compensar su falta de fuerza física. Su capacidad para engañar a los gigantes y al unicornio destaca la importancia del intelecto sobre la fuerza bruta.

Percepción y Realidad: El tema de la percepción es clave. El cinturón con el lema „SIETE DE UN GOLPE“ lleva a otros personajes a sobrestimar las capacidades del sastrecillo, y él aprovecha esta percepción para lograr sus objetivos.

Ascenso Social: El cuento aborda el motivo del ascenso social, común en los cuentos de hadas, donde un personaje humilde logra elevar su estatus social y obtener riqueza y poder gracias a su ingenio.

Valentía y Autoconfianza: A pesar de los peligros, el sastrecillo no se desanima y siempre muestra confianza en sí mismo. Este tema subraya que la confianza personal y la valentía pueden conducir al éxito.

Comportamientos y Consecuencias: El relato muestra cómo las acciones del protagonista, desde lo astuto hasta lo jactancioso, tienen consecuencias inesperadas que lo llevan a situaciones cada vez más complejas.

En resumen, „El Sastrecillo Valiente“ es un cuento que utiliza un lenguaje sencillo y efectivo para transmitir temas universales de ingenio, percepción y valentía, junto con la construcción de personajes y escenarios que permiten una lectura accesible y entretenida.


Información para el análisis científico

Indicador
Valor
NúmeroKHM 20
Aarne-Thompson-Uther ÍndiceATU Typ 1640
TraduccionesDE, EN, EL, DA, ES, FR, PT, HU, IT, JA, NL, PL, RO, RU, TR, VI, ZH
Índice de legibilidad de Björnsson35.9
Flesch-Reading-Ease Índice32.1
Flesch–Kincaid Grade-Level12
Gunning Fog Índice16
Coleman–Liau Índice10.2
SMOG Índice12
Índice de legibilidad automatizado6.4
Número de Caracteres16.334
Número de Letras12.513
Número de Frases202
Número de Palabras2.833
Promedio de Palabras por oración14,02
Palabras con más de 6 letras620
Porcentaje de palabras largas21.9%
Número de Sílabas5.376
Promedio de Sílabas por Palabra1,90
Palabras con tres Sílabas736
Porcentaje de palabras con tres sílabas26%
¿Preguntas, comentarios o informes de experiencias?

Los mejores cuentos de hadas

Copyright © 2025 -   Aviso legal | Protección de datos |Todos los derechos reservados Accionado por childstories.org

Keine Internetverbindung


Sie sind nicht mit dem Internet verbunden. Bitte überprüfen Sie Ihre Netzwerkverbindung.


Versuchen Sie Folgendes:


  • 1. Prüfen Sie Ihr Netzwerkkabel, ihren Router oder Ihr Smartphone

  • 2. Aktivieren Sie ihre Mobile Daten -oder WLAN-Verbindung erneut

  • 3. Prüfen Sie das Signal an Ihrem Standort

  • 4. Führen Sie eine Netzwerkdiagnose durch