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Había en otros tiempos, junto a la costa de Seeland, frente a Holsteinborg, dos islas cubiertas de bosque: Vänö y Glänö; tenían un pueblo con iglesia y diversas granjas, todas cerca de la orilla y a muy poca distancia unas de otras. Hoy sólo hay una isla. Una noche estalló una espantosa tempestad. El mar subió como no recordaba nadie. La borrasca adquiría violencia por momentos; parecía el Juicio Final, con un estruendo como si fuera a estallar la Tierra. Las campanas de la iglesia se pusieron a tocar sin que las impulsase mano humana. En el curso de aquella noche desapareció Vänö, tragada por el mar, sin dejar huellas. Más tarde, empero, en alguna noche de verano, a la hora de la bajamar y cuando las aguas estaban encalmadas, los pescadores que habían salido a la pesca de la anguila con antorchas, veían en el fondo, si tenían buenos ojos, la Isla de Vänö, con su blanco campanario y el alto muro de la iglesia. – Vänö aguarda a Glänö – dice la leyenda. Veían la isla, oían tañer las campanas allá en el fondo del agua, pero sin duda se equivocaban; seguramente eran los gritos de los numerosos cisnes salvajes, que con frecuencia se posan en la superficie del mar en aquellos lugares; graznan y se quejan, y sus gritos suenan a lo lejos como doblar de campanas. Era un tiempo en que muchos ancianos de Glänö se acordaban aún de aquella noche borrascosa, y también de que siendo niños habían pasado en carro, a la hora de la bajamar, de una a otra isla, del mismo modo que hoy se va de la costa de Seeland, cerca de Holsteinborg, a la Isla de Glänö; el agua llega sólo al eje de las ruedas. – Vänö aguarda a Glänö – decíase, y el dicho se convirtió en certidumbre. Muchos niños y niñas yacían en cama desvelados en las noches tempestuosas, pensando: esta noche Vänö vendrá a buscar a Glänö. Temerosos, rezaban su padrenuestro, y al cabo se dormían y tenían dulces sueños; y a la mañana, Glänö seguía aún en su lugar, con sus bosques y campos de mieses, sus acogedoras granjas y sus huertos de lúpulo; cantaba el pájaro y saltaba el gamo; el topo no olía a agua de mar, lo cual quiere decir que tenía sitio sobrado para excavar sus galerías. Y, sin embargo, los días de Glänö están contados. Imposible es decir cuántos son, pero contados lo están. Cualquier mañana, la isla habrá desaparecido. Tal vez aún ayer estuviste en la orilla del mar y viste los cisnes salvajes flotando en el agua, entre Seeland y Glänö; una barca con las velas desplegadas pasaba rauda frente al bosque espeso; tú cruzaste el vado somero, pues otro camino no hay; los caballos chapoteaban en el agua, salpicando las ruedas del coche. Te marchaste de allí; tal vez te fuiste a correr mundo y no regresarás hasta dentro de unos años. Entonces verás que el bosque rodea una gran pradera verde, donde el heno perfuma el aire frente a unas primorosas casas de campo. ¿Dónde estás? Holsteinborg sigue luciendo su dorado campanario puntiagudo, pero no ya junto al fiordo, sino más adentro; cruzas el bosque y unos campos para llegar a la orilla… ¿Dónde está Glänö? No ves ante ti ninguna isla selvática, sino el mar libre. ¿Acaso Vänö se llevó a Glänö, después de esperarla tanto tiempo? ¿En qué noche tempestuosa sucedió, cuándo tembló la tierra, y el viejo Holsteinsborg fue transportado tierra adentro tantos miles de pasos de ave? Pues no; no hubo tal noche tempestuosa; la cosa ocurrió en pleno día de luz y de sol. La humana inteligencia domó el mar, la humana inteligencia hizo desaparecer el agua como por encanto, uniendo Glänö al Continente. El fiordo quedó transformado en un prado de hierba exuberante; Glänö ha quedado soldado a Seeland. La vieja granja está donde siempre. No fue Vänö la que se llevó a Glänö; fue Seeland la que, con los largos brazos que son los diques, sujetó la isla, y con la boca de las bombas achicó el agua y pronunció las palabras mágicas, las palabras del noviazgo, recibiendo en dote muchas toneladas de tierra. Es la verdad, puedes verlo confirmado oficialmente. Y lo ves con tus propios ojos: la Isla de Glänö ha desaparecido.

Antecedentes
Interpretaciones
Lengua
El cuento „Vänö y Glänö“ de Hans Christian Andersen presenta una interesante mezcla de leyenda y transformación geográfica. La narrativa establece un contraste entre la superstición popular y la intervención humana sobre la naturaleza.
En la antigüedad, las islas de Vänö y Glänö existían juntas cerca de la costa de Seeland. Una noche tempestuosa, Vänö desapareció bajo las aguas del mar, quedando sólo Glänö. Con el paso del tiempo, la leyenda decía que Vänö estaba esperando a Glänö y que algún día la vendría a buscar. Los habitantes de Glänö vivían con esta creencia, especialmente en noches tormentosas, temiendo que su isla también desapareciera.
Años más tarde, la predicción se cumplió, pero de una manera completamente inesperada. No fue una tormenta la que se llevó a Glänö, sino la ingeniería humana. La isla fue unida al continente a través de diques y tecnología de bombeo, transformando el fiordo en fértiles praderas. Así, Glänö desapareció como isla y se convirtió en parte del continente.
El relato no sólo refleja la capacidad de la ingeniería humana para cambiar el paisaje, sino que también resalta cómo las leyendas pueden ser reinterpretadas por el avance de la tecnología. Andersen logra mantener viva la esencia mágica y misteriosa de las historias antiguas mientras destaca la habilidad del ser humano para transformar y adaptarse a su entorno.
„Vänö y Glänö“ de Hans Christian Andersen es un cuento de hadas que mezcla elementos de leyenda y la maravilla de la intervención humana en la naturaleza. A través de su narración, Andersen aborda temas como el cambio, la impermanencia y el poder de la inteligencia humana para modificar el entorno natural en formas inesperadas.
La historia comienza describiendo dos islas antiguas, Vänö y Glänö, situadas cerca de la costa de Seeland. Una noche, Vänö se hunde misteriosamente en el mar durante una imponente tormenta, dejando a Glänö como la única isla visible. La leyenda local asegura que Vänö está esperando a Glänö para unirse a ella en el fondo del mar, lo cual crea una atmósfera de expectativa y misterio entre los habitantes de Glänö.
La narración lleva al lector a través de las percepciones y emociones de la gente que vive en Glänö, su conexión con esa leyenda, y su temor a que la isla desaparezca en una noche borrascosa. Sin embargo, la verdadera desaparición de Glänö no ocurre de manera cataclísmica. Contrariamente a las expectativas y leyendas, la desaparición de Glänö es el resultado de la intervención humana. Mediante ingeniosos métodos como la construcción de diques y el uso de bombas, el mar es domado y la isla se integra al continente de Seeland.
El cuento se cierra con la imagen de un cambiante paisaje, donde lo que uno siempre había conocido ya no es más; el fiordo se convierte en praderas y Glänö se une físicamente al continente, no por un acto de la naturaleza, sino por el poder de la ingeniería y la determinación humana.
Andersen, conocido por sus cuentos que a menudo ofrecen comentarios sobre la naturaleza humana y la transformación, utiliza „Vänö y Glänö“ para explorar la relación entre las mitologías locales y la realidad de los cambios inducidos por el ser humano. A través de este cuento, reflexiona sobre cómo los avances humanos pueden reconfigurar el mundo de maneras que antes parecían dominio exclusivo de lo mágico o lo natural.
El cuento „Vänö y Glänö“ de Hans Christian Andersen es una pieza rica en simbolismo y temas recurrentes en la obra del autor. A continuación, ofrezco un análisis lingüístico y literario del texto:
Recursos Lingüísticos
Descripción Vividamente Sensorial: Andersen utiliza descripciones detalladas para evocar una atmósfera vívida y sensorial. Por ejemplo, la representación de la tempestad usa términos como „espantosa,“ „estruendo“ y „borrasca“ para crear una imagen vívida de la noche tormentosa. Las descripciones sensoriales contribuyen a una sensación de inmediatez e inmersión.
Uso del Tiempo Verbal: El cuento alterna entre tiempos verbales pasados y presentes, creando una sensación de continuidad y conexión entre el pasado legendario y el presente del lector. Esto sugiere que las leyendas y las narraciones del pasado todavía tienen eco en el presente.
Personificación: Elementos naturales como el mar y el viento son personificados, atribuyéndoles emociones y acciones humanas, como cuando „el mar subió“ y las campanas „se pusieron a tocar sin que las impulsase mano humana“. Esta personificación intensifica el drama de la naturaleza y sugiere una conexión íntima entre el mundo humano y el natural.
Naturaleza y Cambio: La historia refleja la relación entre la naturaleza y la humanidad, y cómo el paisaje puede cambiar con el tiempo. La desaparición de Vänö y eventualmente Glänö simboliza cómo la naturaleza y el entorno pueden ser moldeados y transformados, a veces a través de fuerzas humanas como la ingeniería.
Mito y Realidad: Andersen juega con las líneas entre mito y realidad. La desaparición de las islas se presenta primero como leyenda, con un toque de lo sobrenatural (como las campanas que tañen bajo el agua), pero luego se aclara mediante la acción humana. Esto sugiere que las leyendas a menudo tienen una base en la realidad, aunque pueda estar envuelta en el misterio y la exageración.
Tecnología y Progreso: El cuento también trata sobre el progreso humano y la capacidad de la tecnología para alterar el mundo natural. La transformación del fiordo en pradera y la unión de Glänö a Seeland a través de diques y bombas demuestran el poder de la ingeniería moderna y el control humano sobre la naturaleza.
Reflexiones
Este cuento es un ejemplo claro del simbolismo y la alegoría característicos de Andersen, donde lo sobrenatural y lo cotidiano se entrelazan. La historia invita a la reflexión sobre el poder de la naturaleza, la intervención humana y el modo en que las leyendas persisten en la memoria colectiva. El cuento también destaca la habilidad de Andersen para transformar un simple relato en una profunda meditación sobre el tiempo, el cambio y el ingenio humano.
Información para el análisis científico
Indicador | Valor |
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Traducciones | DE, EN, DA, ES |
Índice de legibilidad de Björnsson | 41 |
Flesch-Reading-Ease Índice | 26 |
Flesch–Kincaid Grade-Level | 12 |
Gunning Fog Índice | 17.8 |
Coleman–Liau Índice | 10.4 |
SMOG Índice | 12 |
Índice de legibilidad automatizado | 10.5 |
Número de Caracteres | 4.056 |
Número de Letras | 3.210 |
Número de Frases | 33 |
Número de Palabras | 721 |
Promedio de Palabras por oración | 21,85 |
Palabras con más de 6 letras | 138 |
Porcentaje de palabras largas | 19.1% |
Número de Sílabas | 1.352 |
Promedio de Sílabas por Palabra | 1,88 |
Palabras con tres Sílabas | 170 |
Porcentaje de palabras con tres sílabas | 23.6% |