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Los Duendecillos
Los Duendecillos Märchen

Los Duendecillos - Cuento de hadas de los Hermanos Grimm

Tiempo de lectura para niños: 9 min

Cuento primero Un zapatero se había empobrecido de tal modo, y no por culpa suya, que, al fin, no le quedaba ya más cuero que para un solo par de zapatos. Cortólos una noche, con propósito de coserlos y terminarlos al día siguiente; y como tenía tranquila la conciencia, acostóse plácidamente y, después de encomendarse a Dios, quedó dormido.

A la mañana, rezadas ya sus oraciones y cuando iba a ponerse a trabajar, he aquí que encontró sobre la mesa los dos zapatos ya terminados. Pasmóse el hombre, sin saber qué decir ni qué pensar. Cogió los zapatos y los examinó bien de todos lados. Estaban confeccionados con tal pulcritud que ni una puntada podía reprocharse; una verdadera obra maestra. A poco entró un comprador, y tanto le gustó el par, que pagó por él más de lo acostumbrado, con lo que el zapatero pudo comprarse cuero para dos pares.

Los cortó al anochecer, dispuesto a trabajar en ellos al día siguiente, pero no le fue preciso, pues, al levantarse, allí estaban terminados, y no faltaron tampoco parroquianos que le dieron por ellos el dinero suficiente con que comprar cuero para cuatro pares. A la mañana siguiente otra vez estaban listos los cuatro pares, y ya, en adelante, lo que dejaba cortado al irse a dormir, lo encontraba cosido al levantarse, con lo que pronto el hombre tuvo su buena renta y, finalmente, pudo considerarse casi rico. Pero una noche, poco antes de Navidad, el zapatero, que ya había cortado los pares para el día siguiente, antes de ir a dormir dijo a su mujer:

– ¿Qué te parece si esta noche nos quedásemos para averiguar quién es que nos ayuda de este modo? A la mujer parecióle bien la idea; dejó una vela encendida, y luego los dos se ocultaron, al acecho, en un rincón, detrás de unas ropas colgadas. Al sonar las doce se presentaron dos minúsculos y graciosos hombrecillos desnudos que, sentándose a la mesa del zapatero y cogiendo todo el trabajo preparado, se pusieron, con sus diminutos dedos, a punzar, coser y clavar con tal ligereza y soltura, que el zapatero no podía dar crédito a sus ojos. Los enanillos no cesaron hasta que todo estuvo listo; luego desaparecieron de un salto. Por la mañana dijo la mujer:

– Esos hombrecitos nos han hecho ricos, y deberíamos mostrarles nuestro agradecimiento. Deben morirse de frío, yendo así desnudos por el mundo. ¿Sabes qué? Les coseré a cada uno una camisita, una chaqueta, un jubón y unos calzones, y, además, les haré un par de medias, y tú les haces un par de zapatitos a cada uno. A lo que respondió el hombre:

– Me parece muy bien. Y al anochecer, ya terminadas todas las prendas, las pusieron sobre la mesa, en vez de las piezas de cuero cortadas, y se ocultaron para ver cómo los enanitos recibirían el obsequio. A medianoche llegaron ellos saltando y se dispusieron a emprender su labor habitual; pero en vez del cuero cortado encontraron las primorosas prendas de vestir. Primero se asombraron, pero enseguida se pusieron muy contentos. Vistiéronse con presteza, y, alisándose los vestidos, pusiéronse a cantar:

„¿No somos ya dos mozos guapos y elegantes? ¿Por qué seguir de zapateros como antes?.“ Y venga saltar y bailar, brincando por sobre mesas y bancos, hasta que, al fin, siempre danzando, pasaron la puerta. Desde entonces no volvieron jamás, pero el zapatero lo pasó muy bien todo el resto de su vida, y le salió a pedir de boca cuanto emprendió.

Cuento segundo Érase una vez una pobre criada muy limpia y laboriosa; barría todos los días y echaba la basura en un gran montón, delante de la puerta. Una mañana, al ponerse a trabajar, encontró una carta en el suelo; pero como no sabía leer, puso la escoba en el rincón para ir a enseñarla a su señora. Y resultó ser una invitación de los enanillos que deseaban que la muchacha fuera madrina en el bautizo de un niño.

La muchacha estaba indecisa; pero, al fin, tras muchas dudas y puesto que le decían que no estaba bien rehusar un ofrecimiento como aquel, resolvió aceptar. Presentáronse entonces tres enanitos y la condujeron a una montaña hueca, que era su residencia. Todo era allí pequeño, pero tan lindo y primoroso, que no hay palabras para describirlo. La madre yacía en una cama de negro ébano, incrustada de perlas; las mantas estaban bordadas en oro; la cuna del niño era de marfil, y la bañera, de oro.

La muchacha ofició de madrina, y, terminado el bautismo, quiso volverse a su casa; pero los enanillos le rogaron con gran insistencia que se quedase tres días con ellos. Accedió ella, y pasó aquel tiempo en medio de gran alegría y solaz, desviviéndose los enanos por obsequiarla. Al fin se dispuso a partir, y los hombrecitos le llenaron los bolsillos de oro y la acompañaron hasta la salida de la montaña.

Cuando llegó a su casa, queriendo reanudar su trabajo, cogió la escoba, que seguía en su rincón, y se puso a barrer. Salieron entonces de la casa unas personas desconocidas que le preguntaron quién era y qué hacía allí. Y es que no había pasado, en compañía de los enanos, tres días, como ella creyera, sino siete años, y, entretanto, sus antiguos señores habían muerto.

Cuento tercero Los duendecillos habían quitado a una madre su hijito de la cuna, reemplazándolo por un monstruo de enorme cabeza y ojos inmóviles, que no quería sino comer y beber. En su apuro, la mujer fue a pedir consejo a su vecina, la cual le dijo que llevase el monstruo a la cocina, lo sentase en el hogar y luego, encendiendo fuego, hirviese agua en dos cáscaras de huevo.

Aquello haría reír al monstruo, y, sólo con que riera una vez, se arreglaría todo. Siguió la mujer las instrucciones de la vecina. Al poner al fuego las dos cáscaras de huevo llenas de agua, dijo el monstruo: „Muy viejo soy, pasé por mil situaciones; pero jamás vi que nadie hirviera agua en cascarones.“

Y prorrumpió en una gran carcajada. A su risa comparecieron repentinamente muchos duendecillos que traían al otro niño. Lo depositaron en el hogar y se marcharon con el monstruo.

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Antecedentes

Interpretaciones

Lengua

El fragmento que presentas es un resumen de tres cuentos del famoso libro „Cuentos de hadas“ de los hermanos Grimm. Estos cuentos, conocidos por su encanto y en ocasiones por su oscura moraleja, han sido una parte integral de la literatura infantil durante siglos. Aquí te doy un pequeño resumen de los temas principales de cada uno de los cuentos mencionados:

Los duendecillos y el zapatero: Este cuento trata sobre un zapatero pobre que, sin saberlo, recibe la ayuda nocturna de dos duendecillos que completan su trabajo de manera impecable. Agradecido, el zapatero y su esposa deciden hacerles ropa a los duendecillos, quienes al recibir el obsequio, se alegran tanto que deciden irse y no volver, pero el zapatero se queda con la prosperidad que le trajeron.

La criada y los enanillos: La historia sigue a una criada que es invitada por enanillos a oficiar como madrina en un bautizo. Pasa lo que cree que son tres días con ellos, disfrutando de su hospitalidad, pero al volver a casa descubre que han pasado siete años, durante los cuales todo ha cambiado y sus antiguos señores han muerto.

El cambio de un niño por un monstruo: En este cuento, un grupo de duendecillos intercambia un monstruo por el hijo de una madre. Desesperada, sigue el consejo de su vecina y hace que el monstruo se ría, logrando así revertir el cambio y recuperar a su hijo.

Cada cuento presenta elementos característicos de los relatos de los Grimm, como la magia, la intervención de seres sobrenaturales y un fuerte sentido de justicia o resolución al final. Los cuentos reflejan la cultura y las creencias populares de la época, ofreciendo lecciones morales y, a veces, advirtiendo sobre los peligros del mundo.

Los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm son una rica fuente de simbolismo y enseñanzas que han sido interpretadas de diversas maneras a lo largo de los años. Cada cuento tiene su propio mensaje y reflejo de la cultura y las preocupaciones de la época en que fueron escritos. Los tres cuentos de duendecillos que has mencionado son ejemplos perfectos de estas cualidades.

Cuento primero – El zapatero y los duendecillos: Este cuento ilustra temas de gratitud, trabajo diligente y generosidad. El zapatero cae en la pobreza sin culpa propia, simbolizando la vulnerabilidad humana frente a la adversidad. La intervención de los duendecillos, que ayudan al zapatero sin pedir nada a cambio, puede simbolizar las oportunidades inesperadas y el apoyo que puede llegar en momentos de necesidad. La decisión del zapatero y su esposa de confeccionar ropa para los duendecillos refleja una profunda gratitud y reconocimiento del trabajo ajeno. Esta retribución rompe el ciclo de la ayuda mágica, indicando que una vez que hemos prosperado, debemos reconocer y agradecer a quienes nos ayudaron. La partida de los duendecillos tras recibir las ropas podría interpretarse como un paso hacia la autosuficiencia del zapatero, sugiriendo que la gratitud y la generosidad pueden llevar al crecimiento personal y la autosuficiencia.

Cuento segundo – La criada y el bautizo de los enanillos: En este cuento, el viaje de la criada hacia el mundo de los enanillos es una forma de cruzar a otro plano de realidad, un elemento común en los cuentos de hadas donde el protagonista aprende una lección fundamental. La diferencia en la percepción del tiempo resalta un tema frecuente en los cuentos populares: el paso del tiempo en el otro mundo versus el mundo real. Esto sugiere que las experiencias pueden cambiar nuestra percepción y conexión con la realidad conocida. El obsequio de oro que recibe la criada simboliza las recompensas que uno puede obtener al aceptar nuevas experiencias y mostrar amabilidad y disposición a ayudar, incluso hacia desconocidos o seres mágicos.

Cuento tercero – El niño cambiado y el monstruo: Este cuento aborda el folclórico tema de los „changelings“, criaturas que sustituyen a niños humanos en las historias europeas. Esta historia refleja preocupaciones sobre la seguridad de los hijos y la angustia maternal ante lo desconocido. La estrategia ingeniosa de la madre para hacer reír al monstruo invoca el poder del ingenio y la creatividad frente a lo inexplicable y oscuro. Al provocar la risa, se rompe el hechizo, simbolizando cómo el humor y la inteligencia pueden superar el miedo y la desgracia. La restitución del niño y la desaparición del monstruo simbolizan la restauración del orden natural y la victoria del amor maternal y la perseverancia sobre lo sobrenatural y amenazante.

En conjunto, estos cuentos reflejan valores de gratitud, ingenio y generosidad, así como los desafíos que enfrentamos en la vida. Ofrecen lecciones sobre cómo podemos afrontar adversidades con sabiduría, amor, y una disposición a reconocer la ayuda de otros.

Los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, como „Los Duendecillos“, presentan elementos que son ricos para el análisis lingüístico y cultural. Analicemos los tres cuentos mencionados desde varios aspectos.

Cuento Primero

Tema y Estructura: Este cuento sigue una estructura tradicional de problema-solución. El zapatero enfrenta un desafío inicial (la pobreza), encuentra ayuda de manera mágica (los duendecillos), y concluye en un desenlace positivo.

Lenguaje y Estilo: El lenguaje es sencillo y directo, con un énfasis en el orden cronológico de los eventos, lo que es característico en los cuentos de hadas. El uso de expresiones como „consciente tranquila“ y „obra maestra“ muestra la atención a los valores de honestidad y habilidad.

Símbolos y Motivos:

Trabajo y Diligencia: El trabajo del zapatero simboliza la virtud del esfuerzo y la recompensa.

La Noche y lo Sobrenatural: La ayuda llega durante la noche, un momento asociado con lo mágico y desconocido.

Ropa como Gratitud: El regalo de ropa para los duendecillos connota gratitud y reconocimiento.

Cuento Segundo

Tema y Estructura: Este cuento aborda el tema de la hospitalidad y la reciprocidad. La criada es recompensada por su amabilidad y disposición a ayudar (al convertirse en madrina).

Lenguaje y Estilo: Con un tono más descriptivo, el cuento invita a la imaginación con sus descripciones de objetos lujosos e imposibles, como la cama de ébano y la cuna de marfil.

Símbolos y Motivos:

Desfase Temporal: La paradoja temporal (3 días vs. 7 años) refleja el carácter atemporal de lo mágico y el distanciamiento de la realidad cotidiana.

Metales Preciosos: Oro, marfil y perlas subrayan el valor de la generosidad y el carácter deslumbrante del mundo de los duendecillos.

Cuento Tercero

Tema y Estructura: Este cuento es más breve y basado en un conflicto rápido y su solución mágica. La idea central es el concepto del cambio, intercambiando un bebé humano por un „changeling“ (niño cambiado).

Lenguaje y Estilo: El diálogo es más prominente en este cuento, especialmente en la interacción con el monstruo, lo que destaca la oralidad y las tradiciones narrativas.

Símbolos y Motivos:

Intercambio de Bebés: Refiere a la antigua creencia en los „cambios“, un temor asociado al cuidado de niños y la intervención de fuerzas misteriosas.

Risa como Poder: La risa rompe el hechizo, simbolizando la interacción humana y emocional como clave para resolver los problemas.

Conclusiones Generales

Estos cuentos, a través de sus elementos lingüísticos y narrativos, reflejan temas universales como la generosidad, el trabajo, la justicia y el asombro ante lo mágico. Los duendecillos actúan como agentes de cambio positivo, cumpliendo deseos y alterando la realidad para bien. Esto no solo educa y entretiene, sino que también refuerza valores morales y culturales persistentes en la tradición europea. En un análisis lingüístico, podemos ver cómo el uso del lenguaje sencillo, las estructuras repetitivas y los temas accesibles son efectivos para transmitir mensajes condenados a atesorarse en la memoria colectiva.


Información para el análisis científico

Indicador
Valor
NúmeroKHM 39
Aarne-Thompson-Uther ÍndiceATU Typ 503
TraduccionesDE, EN, DA, ES, FR, PT, HU, IT, JA, NL, PL, RO, RU, TR, VI, ZH
Índice de legibilidad de Björnsson43.3
Flesch-Reading-Ease Índice21.3
Flesch–Kincaid Grade-Level12
Gunning Fog Índice18.9
Coleman–Liau Índice10.8
SMOG Índice12
Índice de legibilidad automatizado10.3
Número de Caracteres5.971
Número de Letras4.699
Número de Frases50
Número de Palabras1.039
Promedio de Palabras por oración20,78
Palabras con más de 6 letras234
Porcentaje de palabras largas22.5%
Número de Sílabas2.019
Promedio de Sílabas por Palabra1,94
Palabras con tres Sílabas277
Porcentaje de palabras con tres sílabas26.7%
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